La narrativa es una forma de contar una historia, ya sea como ficción o como una experiencia personal. Pero no basta con tener una buena historia para transmitir un mensaje efectivo. La coherencia es clave. ¿Qué elementos son necesarios para que una narrativa sea coherente?
Los personajes son el motor de la narrativa. Deben tener personalidades definidas y coherentes, así como una motivación clara para sus acciones. Las decisiones que tomen deben ser consistentes con su carácter y su contexto narrativo. De lo contrario, podrían parecer arbitrarias o incluso contradictorias. Además, el número de personajes secundarios debe estar justificado. No hay nada más confuso para un lector que un exceso de personajes que no aportan nada a la historia.
La trama es el conjunto de eventos que conforman la historia. Debe tener una estructura clara, con un inicio, un desarrollo y un desenlace. Cada evento debe ser coherente con los personajes y la historia en general. Los giros argumentales pueden ser una herramienta valiosa, pero deben tener una justificación narrativa sólida que se sienta coherente.
Los escenarios son el entorno en el que se desarrolla la historia. Deben estar descritos con detalle y coherencia, para que el lector pueda visualizarlos y situarlos geográficamente. Los detalles deben ser relevantes para la historia, ya que detalles innecesarios pueden interrumpir la narración. Además, los cambios de escenario deben estar justificados por la trama y los personajes, en lugar de ser arbitrarios.
El tiempo es un elemento importante en la narrativa. La secuencia de eventos debe ser coherente con la lógica de la historia. Los tiempos muertos pueden ser un indicativo de falta de ritmo o de eventos innecesarios. Además, es importante que los personajes envejezcan de manera coherente, a menos que haya una explicación narrativa para ello.
El estilo y lenguaje utilizados deben ser coherentes con el tono general de la narración. El uso de jergas o lenguajes arcaicos pueden parecer fuera de lugar. Asimismo, la elección de palabras y la estructura de las oraciones deben ser coherentes con el nivel de educación y el contexto social de los personajes.
La coherencia es crucial en la narrativa, ya que ayuda a que la historia sea más clara y fácil de seguir para el lector. Para ello, es importante que los personajes, la trama, los escenarios, el tiempo, el estilo y el lenguaje sean coherentes en todo momento. Si bien puede ser tentador añadir un giro sorprendente o un personaje fuera de lugar, estos elementos pueden debilitar la coherencia global de la historia. En conclusión, la mejor manera de lograr una narrativa coherente es planificar la historia de manera detallada, para asegurarse de que todos los elementos estén justificados y sean coherentes con la historia en general.